viernes, 4 de noviembre de 2011

No fue un camino de rosas.


Nunca he sentido que me quieran como él lo hace. En 19 años le  he visto tantas caras a esta palabra llamada amor que creía conocer todo lo cognoscible. Hubo un tiempo, un tiempo de paz, en el que tiré la toalla y desterré cualquier tipo de retal que pudiera hacerme pensar que podía haber alguien que tocara de nuevo a mi puerta, para esta vez si, devolverme algo que perdi hace mucho tiempo, la ilusión.
Y aunque intenté luchar contra ese sentimiento que comenzó  a crecer en mi unos cuantos meses atrás, aunque renegué mil y una vez de esa persona que ahora es el dueño de mis mariposas, aunque hice todo lo posible para parar este terremoto, en el fondo mi corazón y yo ambos sabemos, que estaba deseando que viniera y me dijera cuanto tiempo llevaba queriéndome en silencio.
El silencio por fin se hizo palabra, y las palabras dieron paso a los hechos. Y es que nunca nadie me había escrito lo mucho que me quiere en una servilleta, nadie me había regalado los sentimientos que tu traiste contigo y que me hacen sentir…más enamorada que nunca. Porque nadie me había venido a buscar en mitad de una tormeta para decirme que me necesita y que soy lo mejor que le ha pasado en la vida. Porque le he esperado diecinueve años y si tuviera siete vidas las gastaría en buscarle, porque aunque él  se guie por la lógica, sé que en el fondo también piensa que estábamos destinados. Y el destino, por fin, acertó.

2 comentarios:

  1. Qué bonito... quizá me encanta porque a mi tambien ha vuelto esa ilusión, y porque me veo muy identificada.
    Es realmente perfecto, tienes una seguidora:)

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