sábado, 16 de junio de 2012

¿Dónde vamos tan deprisa? Me pregunta su sonrisa, si tú quieres tengo el plan.



Debes tener en cuenta que me ató a ti algo aún mas fuerte que un campo magnético. Que aún así aquí no hay ni cuerda, ni perro. Me gusta pensar que con todo el campo libre y el viento arrebatándonos las entrañas volverás a mi lado para hacerme el amor. Debes saber que confió en ti, pero la confianza para mi es un tabú y necesito que la desnudes con las garras, con el alma,con la imaginación. Debes saber que voy ha hacerte sonreír cada día que estemos juntos, que voy a conseguir que se  nos olviden las veces que nos decimos un "te quiero" o un "te quiero comer", Que tus abrazos, que se han convertido en mi refugio son además mi fuente de energía. Pero sobre todo. y lo mas importante, debes saber que nunca he tenido algo tan claro, nunca había soñado tan fuerte y que algo tan real no debería corromperse como un débil pedazo de hierro...Que tú y yo seremos eternos en un mundo que irradia destrucción.

martes, 5 de junio de 2012

Elle a dû faire toutes les guerres, de la vie et l'amour aussi.

Según un estudio hay grados de enamoramiento. De 0 a 10. De la nada al infinito. Así sin más, unos simples números pueden hablar por ti y cantar a los cuatro vientos si lo que sientes es un simple hormigueo o va más allá. A mi que no me hables de estudios, no necesito ecuaciones para saber que estoy locamente enamorada de él. Que la única suma que conozco es la de nuestros labios. Y solo me verás restar para quitarle hojas a nuestro calendario particular. El mundo habla de amor muy fácilmente, quizá por eso Cupido se esconde. Después de dos relaciones fallidas y de un pequeño puñado de descosidos la flecha me dio con más fuerza que nunca y me unió a una persona que me ha cambiado la vida. Y es que mi vida necesitaba ese cambio. No sé si existen las almas gemelas, pero él es lo más parecido que he encontrado en el camino. ¿Conoces esa sensación de querer que se pare el mundo cuando él te abraza? Que parece que en su cama las horas son minutos y los besos se cuentan al por mayor. A mi me sobran palabras bonitas y a él ganas  de comerse el mundo empezando por mi. Yo ya no sé vivir sin te quieros de madrugada, sin llamadas de camino de su casa a la mía, sin sus palabras que salvan, sin sus besos que resucitan. Y no necesito un número, ni una escala, me basta con un lo quiero a morir.