Sin nudos en el estómago.

Ya no estoy asustada,no tengo miedo,no me escondo. 
He curado mis heridas de guerra; bueno,no se si las curé yo o la ilusión.Estaba exhausta. 
No vuelo entre mariposas, pero ya por lo menos vuelo feliz y sin remordimientos. Mi propósito para este año fue renovarme, olvidar y coser los cortes en mis pulmones.Ya están mas que cicatrizados aunque a veces me duelen. Deben de ser las secuelas, pero el dolor es efímero.
Me siento bien,simplemente.Me siento con poder y potencia.Con ganas de hacerlo todo. 
Lo más importante es que se que puedo vivir sin ti, que ya no me haces falta.No eres indispensable en mi nuevo camino.Y ahora,ser quien soy;sin más. 

Tu historia escrita en mi.

Puede parecer extraño pero tengo la sensación de que mi vida no ha estado completa hasta que tú has llegado a ella. Que lo que yo conocía como felicidad sola era la punta del iceberg. Y yo era el barco encargado de chocar contra él. Un accidente que nos ha llevado a la locura y nos ha hecho victimas de nuestro propio destino.
Antes de que tu velero cruzara este puerto, mucho antes, yo soñaba con que lo hicieras. No te ponia ojos, tampooc sonrisa, pero si te hubiera llegado a imaginar, aún así, la realidad supera la ficción.
¿Tú sabes cuántas veces pensé en ti sin recurrir a tu persona? ¿Cuántas noches imaginé que te apoderabas de cada parte de mi ser? ¿En cuántas ocasiones suspiré por intoxicarme con tu olor? No, no lo sabes.

Ni un ápice de tu conciencia es capaz de entender que eres como mi libro favorito. El cuál me acompaña a cada paso que doy, cuyas frases han marcado mi camino y definido mis huellas y que cuando me siento pérdida lo único que tengo que hacer es releerlo, para encontrarme conmigo misma y mi circunstancia. Porque yo no seria la misma si nunca hubiera bebido de las páginas de ese libro. Y este libro que es mi vida se hubiera quedado incompleto si tú, el heroe de la profecia, no hubieras aparecido en él.

Tú sonrisa descordina mis latidos.

Ya no aguanto mis ganas de ti. Me pueden...Te miro  porque es inevitable dejar de hacerlo. Y ahí se queda todo, en algo probablemente tan efímero como la felicidad que experimento al saber que vuelvo a tiritar como lo hacen las estrellas; que vuelvo a sentir que se me entrecorta la respiración.Solo por ti. Porque cuando descubres a mis intensos ojos intentando desenredar en silencio tus secretos,se tiñe de cielo mi iris.Y mientras tú,sin saber que eres sueño y poesía.

Eclipse

Hay días en los que creo poder alcanzar la Luna y hacerle la competencia, días cuyo amanecer significa el nacimiento más próximo de una nuevo vida.

Momentos los cuáles eclipsan de recuerdos nuestra memoria, dejando atrás lo malo conocido y abriendo las puertas a lo bueno por conocer. Y es que la vida es como un buen día de verano en el que crees que el Sol puede estar entre tus manos y no quemarte.

Con Alambre de margaritas.

Que  vértigo da esa sensación de enganchar el corazón a alguien y que cuando esté cerca, esa fuerza incontrolable y ciega tire de los ventrículos y haga que se muevan a la velocidad de la  locura,que tiemble hasta el aire y la respiración. Que miedo da el sentir que no te salen las palabras y se te retuercen los nervios...que no fluye la sangre de pronto; que parezca que se te va el corazón de un soplido y lo dejas a la deriva sin saber que le deparara. Que te lo roben en silencio y te quiten un pedazo de cielo...que llegue la primavera y florezcan las margaritas. Y ahuyentaré a los gatos que ronroneen cerca porque yo lo que quiero es un león que me agite a rugidos la melena. la melosidad que se la queden las melodías y las ninfas, para mi una mirada cristalina y sin doble filo y que me sonroje las mejillas.