Tu historia escrita en mi.

Puede parecer extraño pero tengo la sensación de que mi vida no ha estado completa hasta que tú has llegado a ella. Que lo que yo conocía como felicidad sola era la punta del iceberg. Y yo era el barco encargado de chocar contra él. Un accidente que nos ha llevado a la locura y nos ha hecho victimas de nuestro propio destino.
Antes de que tu velero cruzara este puerto, mucho antes, yo soñaba con que lo hicieras. No te ponia ojos, tampooc sonrisa, pero si te hubiera llegado a imaginar, aún así, la realidad supera la ficción.
¿Tú sabes cuántas veces pensé en ti sin recurrir a tu persona? ¿Cuántas noches imaginé que te apoderabas de cada parte de mi ser? ¿En cuántas ocasiones suspiré por intoxicarme con tu olor? No, no lo sabes.

Ni un ápice de tu conciencia es capaz de entender que eres como mi libro favorito. El cuál me acompaña a cada paso que doy, cuyas frases han marcado mi camino y definido mis huellas y que cuando me siento pérdida lo único que tengo que hacer es releerlo, para encontrarme conmigo misma y mi circunstancia. Porque yo no seria la misma si nunca hubiera bebido de las páginas de ese libro. Y este libro que es mi vida se hubiera quedado incompleto si tú, el heroe de la profecia, no hubieras aparecido en él.