Paralelismo

Hace algunos días siento una fuerte opresión en el pecho. En otra época me hubiera preocupado, hoy no. Mi caja de latidos ha cambiado su función, ya no bombea mi sanfre, a veces incluso se olvida de latir. Otras en cambio recupera el tiempo perdido con una taquicardia continua.
Ahora en su interior se acumulan tus gestos, tus palabras, tus besos, nuestros recuerdos. Como si fuera la cinta donde está grabada nuestra pelicula.
Desde que llegaste te has ido llevando contigo pieza a pieza, mi conjunto. Empezaste por mi voz, para seguir con mis puntos cardinales y acabaste ganandole la batalla a mi talón de Aquiles. Dentro de poco me abandonará la poesía, que se irá directa a ti y podrás convertir los hechos en dichos.
Como aquella teoria, según la cuál, cada cierto tiempo los polos de la Tierra se intercambian. Así, yo podré enmarcar el relato en un lienzo, y tú...Tú, podrás escribir una novela que sea la envidia de las grandes obras maestras. De esta forma nadie se olvidará de nosotros. Y a nosotros ya solo nos quedará  vivir siendo el Norte y el Sur. El Sur y el Norte. Para que de vez en cuando volvamos a nuestro a punto de inflexión, y  comenzemos desde ahí una nueva parabola.